Con marciales clarines juntemos

nuestras voces de fuego ancestral

y orgullosos por siempre cantemos :

¡Oh Alma Máter, Glorioso Fanal!

 

Con la fe de un pueblo bravío

encendióse su antorcha sin par

para ser conductora del hombre

defendiendo la angusta verdad.

Fulgurante en el límpido cielo

alcanzó magisterio ideal,

Juventud de indómito bronce

consagrando al progreso su afán.

 

Tú que al hombre futuro moldeas

más allá del gemido auroral,

cincelando con tus arreboles

vivo germen de recio hontanar

paradigma de cátedra excelsa,

son tus voces rocío y volcán,

irradiando humanismo y sapiencia

cual espiga de luz matinal.

 

Cajamarca corona tu frente,

digno emblema de unión fraternal,

honra y prez de la patria peruana,

¡oh crisol de fulgor cenital!

luminarias sedientas de vida

han forjado un destino crucial,

¡que tu estela gloriosa refulja

esplendente de inmortalidad!.

Letra: Luzmán Salas Salas, Alfredo Jimeno Mora y Ricardo Cabanillas Aguilar
Música: Leopoldo La Rosa.